Los mejores tips para planear un viaje a Estambul
Estambul es una ciudad de extremos. En verano puede resultar muy calurosa y estar plagada de turistas, mientras que en invierno los vientos son fuertes y puede nevar. Las estaciones ideales para visitarla son la primavera (abril-junio) y el otoño (septiembre-noviembre). En estos meses templados, las terrazas de las cafeterías y de los restaurantes están llenos de vida, los estambulitas todavía no se han marchado a sus segundas residencias y en la Ciudad se respira un ambiente que resulta muy alegre. Capadocia o Troya tienen un clima como el de Estambul. Los que quieran escapar a la soleada Costa Turquesa han de saber que disfrutarán de buen tiempo de marzo a noviembre. Si planean recorrer la Ruta Licia, el mejor momento es entre septiembre y mayo. Las ruinas de Éfeso también quedan muy expuestas al calor estival, de modo que si va en pleno verano las visitas han de hacerse a primera hora de la mañana o al atardecer.
Tenga presentes las vacaciones nacionales y las fiestas religiosas al organizar el viaje, ya que el alojamiento y el transporte de todo el país pueden ser más caros o estar más llenos.
Qué llevar
No olvide cualquier objeto personal que le resulte imprescindible. Si necesita medicamentos, compre más de lo preciso y guárdelos en el equipaje de mano. Los productos de importación, como lentillas desechables y el líquido para limpiarlas, suelen tener muchos impuestos en Turquía, y por lo tanto, serán más caros que en su país.
Compruebe, antes de iniciar el viaje, el equipo para practicar senderismo, ir en bicicleta o hacer submarinismo. Si se da cuenta de que se ha olvidado algo, es probable que pueda encontrarlo fácilmente en Estambul. Muchas grandes marcas internacionales tienen fábricas en Turquía, y en las ciudades principales se venden productos con descuento (sin marca o genéricos).
En toda Turquía hay descuentos diversos para estudiantes. Si le corresponde, no olvide hacerse con el Carnet de Estudiante Internacional (SIC) antes del viaje.
Seguros
Todos los visitantes a Turquía deberían tener un seguro médico privado. Si no, tendrá que pagar por adelantado cualquier tratamiento; asegúrese de quedarse con los recibos de los gastos médicos para que se los reembolsen al volver a casa. Las compañías de seguros le exigirán la denuncia en la policía si les reclama reembolsos por pérdida o robo.
Visados
La mayor parte de los visitantes necesitan visado para entrar en Turquía. Tenga presente que el pasaporte debe tener una validez de 90 días, como mínimo, desde la fecha de entrada en el país. Los visados se pueden comprar en cualquier punto de entrada, como en las aduanas si viaja en tren o en autobús o en el control de pasaportes de los aeropuertos. Si quiere quedarse en Turquía más de lo que permite el visado, puede solicitar una ampliación, aunque este proceso suele ser largo y burocrático. Una opción más sencilla es hacer un viaje corto a Grecia y comprar un visado nuevo cuando vuelva a entrar en el país.
Aduanas
Según datos oficiales, los viajeros pueden importar 200 cigarrillos y 50 puros, más 200 gramos de tabaco. Aparte, pueden comprar 200 cigarrillos, 100 puros y 500 gramos de tabaco de pipa en las tiendas turcas libres de impuestos al entrar a Turquía. También puede entrar al país una botella (100 cl) o dos (75 o 70 cl) de vino y/o alcohol. Los ordenadores, la electrónica, los medicamentos y el equipamiento deportivo para uso privado se pueden entrar en el país libres de impuestos.
Para un desglose detallado de lo que está permitido, véanse los consejos para viajeros de las páginas web de cualquier embajada turca.
Restricciones monetarias
Es ilegal exportar más de 3.500 euros en liras turcas del país. No hay restricciones sobre la cantidad de dinero que se puede llevar a Turquía.
Electricidad
El voltaje habitual en todo el país es 220 voltios, igual que en España. Los enchufes son de dos clavijas, como los europeos.
Etiqueta y costumbres locales
Aunque Estambul sea un lugar internacional y de mentalidad moderna, es probable que sea más conservadora que su ciudad natal. Se considera señal de buena educación vestirse con cierto pudor en público, sobre todo si visita una mezquita. Eso significa no llevar minifalda ni escote de vértigo, en el caso de las mujeres, ni pantalones cortos en el caso de los hombres (y también mujeres). Se aconseja que las mujeres lleven camisetas que tapen los hombros y la parte superior del brazo. No se espera que lleven pañuelo para cubrirse el cabello, y es probable que cause más revuelo si lleva uno que si no lo lleva.
Religión
Siendo un país predominantemente musulmán sunita, Turquía es además una república liberal y laica. Las prácticas religiosas suelen ser moderadas y los no musulmanes son bien recibidos en todas partes, incluso en las mezquitas.
Muchas de las religiones principales del mundo están representadas en Estambul. El Patriarcado Ortodoxo Ecuménico se encuentra en la ciudad y en Estambul viven numerosos habitantes que son ortodoxos griegos y cristianos armenios. Una comunidad unida de judíos se reúne para rezar en las sinagogas de Gálata y Balat, y hay dos iglesias católicas importantes en Istiklal Caddesi.
Aseos
Puede encontrar por todas partes aseos públicos (tuvalet); en Estambul son de pago y suelen costar 1TL por persona. Las mezquitas también tienen siempre lavabos públicos. Aunque en algunos aseos encontrará lavabos en los que hay que ponerse en cuclillas, sobre todo si se encuentra fuera de Estambul. Habitualmente, el papel higiénico debería tirarse siempre en la basura y no en el lavabo.
Propinas
Aunque no es muy tradicional dejar propina en Turquía, serán recibidas con gran entusiasmo. Actualmente, la mayoría del personal que trabaja en las recepciones espera una pequeña propina de los extranjeros, y no dejar nada se suele considerar una muestra de mala educación. En los restaurantes, una propina del 10% es generosa. En otros casos (cafeterías, bares) se puede redondear la cuenta o dejar un par de liras.
Viajeros discapacitados
Los hoteles de categoría y los principales puntos de interés turístico suelen estar equipados con instalaciones para viajeros con discapacidades. Sin embargo, no es tan habitual en otros sitios. Las calles y las aceras son irregulares y es raro que tengan rampas; tanto los ascensores como los aseos suelen estar estrechos. Los turcos le ayudarán en todo lo que puedan, pero es prudente informarse de antemano con Greca Viajes o las oficinas de turismo (www.kultur.gov.tr).