Breve Historia del Oráculo de Delfos: Qué Es y Dónde Está
Delfos se encuentra al pie del monte Parnaso, cerca del lugar donde se encontraba el famoso santuario griego, que actualmente es uno de los más importantes sitios arqueológicos. Esta ciudad, que pertenece a la región de Sterea Ellada y la provincia de Fokída, ha sido considerada un lugar sagrado desde la antigüedad, y varias divinidades se sucedieron en el culto de su santuario. En un viaje a Delfos, podrás descubrir que era un lugar de consulta con los dioses, un templo sagrado dedicado principalmente al dios Apolo. Este santuario estaba situado en el centro de Grecia y alcanzó su máxima influencia política en los siglos V y IV a.C. El oráculo de Apolo fue de suma importancia y sus palabras pesaron mucho en las decisiones de ciudades como Atenas y Esparta. Los regalos ofrecidos a los dioses por los estados se colocaban en los tesoros que bordeaban la Vía Sacra.
Historia del Oráculo
En sus primeros días, se adoraba a la diosa madre Gaia (Tierra) y a su hija Temis, y la fuente del oráculo estaba custodiada por la pitón. El culto a Gaia iba acompañado del culto a Poseidón, el dios de los manantiales y los ríos que fertilizan la tierra. La presencia de Apolo se manifestaba a través de los oráculos y se transmitía a través de una sacerdotisa, la Pitia, tradicionalmente, una mujer de más de 50 años de edad que, por voluntad propia, renunció a la vida cívica normal y permaneció recluida por el resto de su existencia, y Fue elegida entre las vírgenes de Delfos. En sus inicios, el oráculo sólo podía consultarse en una fecha determinada del año, el día 7 del antiguo mes de Bysios, correspondiente a febrero-marzo. Posteriormente, debido a la gran afluencia de peregrinos, se pudo consultar en cualquier época del año, excepto en invierno, cuando se pensaba que Apolo abandonaba el santuario. La pitia estaba sentada en el adyton, o sótano subterráneo del templo, sobre un trípode y estaba envuelta por el humo de las hojas de laurel y la harina de cebada. Al lado tenía el agua del manantial Castalia y el omphalos, una piedra cónica que simbolizaba el centro del mundo. Después de los rituales de ablución, los consultores fueron admitidos en el amaton y formularon sus preguntas. La respuesta de la Pitia se comunicaba mediante sonidos y movimientos del cuerpo, interpretados por los profetas y comunicados a los sacerdotes, quienes daban el significado de la respuesta. Nunca se hicieron preguntas sobre el futuro, sino sobre la oportunidad de hacer algo para obtener el apoyo de Dios o no. En un viaje a Delfos sabrás esto y mucho más.
Explorando Delfos
En un viaje a Delfos, podrás visitar el Templo de Apolo. Visible hoy (hubo otros seis construidos sucesivamente en el lugar), este templo data del siglo IV a.C. Aunque fuentes antiguas hablan de un abismo en el interior, no quedan restos de aquella grieta en la tierra de donde emanaron los vapores que provocaron el trance. Encima del templo se encuentra el teatro, muy bien conservado, donde podían sentarse 5.000 espectadores; Las obras, que se iniciaron en el siglo III a.C., no finalizaron hasta el 160 a.C., siendo posteriormente restaurado por los romanos. Vale la pena subir la vista desde el teatro, al igual que la vista desde el estadio, que está en lo alto de la montaña, en el punto más alto de la ciudad vieja. Construido y restaurado en varias épocas y modelado sobre parte de la roca viva, el estadio sufrió una transformación final bajo Herodes Ático, el benefactor ateniense del siglo II a.C. Abrazado por un bosque de pinos, se trata de un refugio tranquilo con la majestuosidad rotunda de la montaña como telón de fondo.